
Llegada de los Padres Trinitarios a Buenos Aires
Transcurría el año 1915, cuando un venerable religioso de la Orden Trinitaria, El MRP Lorenzo de la Concepción, Provincial de los Trinitarios, se aprestaba a viajar desde España, para realizar la visita canónica a las casas Trinitarias en Sur América que estaban bajo su jurisdicción. .
Otro pensamiento preocupaba al P. Lorenzo: realizar una nueva fundación en la Ciudad de La Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de los Buenos Aires (refundada el 11 de junio de 1580 por Juan de Garay con este nombre).
En octubre de este mismo año llegó el religioso a Buenos Aires, donde presentó las cartas de solicitud para la admisión de los Trinitarios en esta ciudad.
A su regreso de la visita a las casas trinitarias, en marzo de 1916, encontró el decreto de la admisión de la Comunidad en la Arquidiócesis de Buenos Aires, expedido por el Señor Arzobispo, Dr. Mariano Antonio Espinosa, con fecha 25 de enero del mismo año (1915).
El decreto de admisión expresaba que la comunidad se instalaría en uno de los nuevos barrios de la Capital falto de servicio religioso.
Primera residencia provisoria de los Trinitarios

Los Padres Carmelitas le sugirieron el barrio de Núñez Saavedra, el que fue recorrido por el P. Lorenzo, alquilando una casa -en la calle Cubas y Republiquetas (hoy Crisólogo Larralde)- que fue la primera residencia provisoria de los Trinitarios.
El 18 de abril de 1916 el señor Arzobispo bendijo esta primera fundación de la comunidad en Buenos Aires. El 23 del mismo mes, Pascua de Resurrección, se celebró la primera Misa.
Enterado el Arzobispo de Buenos Aires de la labor que realizaban los religiosos Trinitarios en el barrio, con fecha 27 de mayo de 1917 expidió un decreto creando la Parroquia de la Santísima Trinidad.
La fiesta de la inauguración oficial de la Parroquia, tuvo lugar el día 3 de junio de ese año, fiesta de la Santísima Trinidad. Asistió -en representación del Señor Arzobispo- el Vicario General del Arzobispado, Mons. Luis Duprant, quien puso en posesión de la Parroquia al RP Teodoro de la Presentación, primer cura párroco de la misma.
Traslado a la Segunda Capilla

A medida que pasaba el tiempo, aumentaba la concurrencia de los fieles a la Parroquia, pero la estrechez del local no permitía el acceso al mismo, lo que entristecía a los religiosos ya los fieles.
Como el proyecto de los Superiores de la Orden Trinitaria era buscar un local más amplio para construir el convento definitivo y la iglesia para la comunidad, se pudo comprar una casa de mayor dimensión en la calle Núñez al 2543, donde se levantó un gran salón en forma de capilla, lugar más apropiado para que los fieles pudieran asistir a los distintos cultos. Esta segunda capilla se inauguró el 14 de diciembre de 1919.
Traslado Final
Pero no todo terminó allí: el sitio ideal, según opinión generalizada, era la avenida Cabildo, pero no existía terreno con las dimensiones adecuadas para un nuevo traslado que permitiese levantar en él tanto la iglesia como el convento trinitario definitivos.
Así las cosas, un buen día aparecieron carteles de remate de varios lotes que daban casualmente sobre la avenida Cabildo y la entonces calle Republiquetas (hoy Crisólogo Larralde), los que estaban en condiciones de ser adquiridas por la Comunidad. Habiendo obtenido acuerdo para concretar la venta privada sin necesidad de remate, el día 23 de octubre de 1924, fiesta de Jesús Nazareno Rescatado, se firmó el boleto de compra de los lotes, escriturándose un mes después.
Como corolario de todo ello, el 5 de abril de 1925 se colocó la piedra fundamental del futuro templo, bendecida por el Delegado del Administrador Apostólico de la Arquidiócesis, Mons. Fortunato J Devoto. Actuó de madrina la distinguida y piadosa señora Dámasa Zelaya de Saavedra, acompañada de sus hijas. El discurso de circunstancias estuvo a cargo del RP Segundo de la Presentación, asistiendo a esta ceremonia una numerosa concurrencia.
A los pocos días de colocarse la primera piedra comenzaron los trabajos y siguieron con bastante actividad hasta el mes de agosto, en que por falta de recursos hubo que suspenderlos. Cuando ya los muros exteriores median varios metros, se cambiaron los planos con el propósito de construir primero una amplia cripta, idea que les fue sugerida a los trinitarios por el P. Enrique Rolling, del Verbo Divino. Esta variante hizo subir mucho el presupuesto general de la construcción.
Durante el año 1926 y principios del siguiente, los trabajos continuaron, aunque lentamente; pero a fines del año 1927, gracias a la generosa colaboración de la citada señora Dámasa Zelaya de Saavedra y de sus hijas, se dio un nuevo impulso a las obras; Fue así que el 8 de diciembre de 1928 pudo celebrarse en la espaciosa y elegante cripta la primera misa, donde 200 personas recibieron la primera comunión, ante un auditorio que oscilaba entre cuatro y cinco mil personas. Es digno de destacar que el primero en recibir la comunión ese día en el nuevo templo fue el ingeniero Luis Roque Pellizzari, su constructor.
A todo esto, la edificación del convento anexo para los religiosos trinitarios se inició en 1928, concluyéndose dos años después. La inauguración tuvo lugar el 15 de junio de 1930.
Continuaron después los trabajos de revoque y ornamentación del templo con gran actividad, sumada a la colocación de los mosaicos, encontrándose concluida la obra para la celebración de la Semana Santa de 1929, que se realizó también en la cripta, aunque la inauguración oficial tuvo lugar el 25 de mayo de ese año en un acto que revistió una solemnidad y pompa nunca vistas. Bendijo la cripta el entonces Vicario General, Mons. Santiago Luis Copello, encargado del gobierno eclesiástico por ausencia del Arzobispo (Monseñor Bottaro), que se encontró en Roma. Actuaron de madrinas las hijas de la insigne bienhechora de nuestra parroquia, quienes nunca dejaron de interesarse por la marcha de las tareas que aún estaban pendientes.
Gracias a la generosidad posterior de varias personas se pudo costear lo necesario para el culto. La señora Dámasa Saavedra de Lamas se hizo cargo del órgano, la sillería del coro y del presbiterio, el magnífico cuadro de la Santísima Trinidad y varios otros objetos de no escaso valor. A su hermana –Mercedes Saavedra Zelaya- se le debe el espléndido altar de Jesús Nazareno Rescatado y el de la Inmaculada Concepción. La familia Vassallo, a su vez, costó los artísticos bajorrelieve de la Santísima Trinidad que se encuentra en el nártex y los antiguos altar mayor y comulgatorio del templo. Por cuenta de la Sra. de Cabezas se abrió la puerta central y se construyó la vistosa escalinata de mármol del acceso central. Otras muchas personas contribuyeron al embellecimiento de la cripta, figurando sus nombres en los respectivos objetos donados.
Proyecto del Templo Frustado
Inicialmente se había proyectado un grandioso templo votivo de la Santísima Trinidad, de estilo neogótico, con 62 metros de longitud y 16 de ancho en el crucero, elevando su esbelta y puntiaguda torre sobre la fachada, conforme al proyecto del ingeniero Luis Roque Pellizzari. Un ejemplar del boletín parroquial de la época nos lo exhibe en su grandiosa perspectiva.

Pero la construcción de la controvertida cripta impidió que se pudiese terminar la magnífica iglesia prevista, pues, además de encarecer en demasía la obra, creó serias dificultades para salvar por medio de escalinatas la excesiva altura -no inferior a tres metros- que separaría la calle. con el nivel del ingreso a la planta del nuevo templo.
Consecuencia de todo lo expresado es que la fachada original tuvo que ser modificada drásticamente en la forma con que se la ve actualmente, ostentando la gran cruz que la identificación.
Finalmente, en la década de 1960 se colocó un techo de chapa de casi 2.000 m2 para aprovechar el espacio no construido como salones parroquiales.





Nuestros Párrocos
No abandonaremos nuestra breve historia sin recordar a los sacerdotes que se han desempeñado al frente de la Santísima Trinidad desde la fundación de la Parroquia. Ellos hijo:
- Teodoro de la Presentación (junio 1917 – enero 1918)
- Blas de San Félix (enero 1918 – julio 1926)
- Segundo de la Presentación (julio 1926 – noviembre 1964)
- Domingo Ausocoa (noviembre 1964 – mayo 1970)
- Primitivo Zabaleta (mayo de 1970 – marzo de 1971)
- Julián Abásolo (marzo 1971 – julio 1974)
- Juan Martínez López (julio 1974 – junio 1976)
- Juan Borrego (junio 1976 – marzo 1983)
- Javier López Barrios (marzo 1983 – octubre 1983)
- Guillermo Melero (octubre 1983 – marzo 1985)
- Salvador Egido Vicente (marzo 1985 – enero 1987)
- Andrés González García (enero 1987 – enero 1989)
- Hugo Medina Díaz (enero 1989 – enero 1994)
- Santiago Cantón Franco (enero 1994 – marzo 2003)
- Manuel Morales Moreno (marzo 2003 – marzo 2006)
- Félix Bohórquez Álvarez (marzo 2006 – abril 2009)
- Guillermo Melero (abril 2009 – 2018)
- Mauricio Saldía Leal (2018 – abril 2022)
- Párrocos In Solidum (abril 2022- Actualidad):
- Vidmar Maguiña Romero (Moderador)
- Mauricio Saldia Leal
- Ailton Antúnes de Almeida